¿Para qué Mindfulness en la empresa? En los momentos de incertidumbre preguntarnos “por qué las cosas suceden” a veces no es útil para la empresa, pero encontrar una forma de preguntar que nos aterrice en la realidad con garantías de ser fieles a lo que hay, y no en lo que queremos que haya, empieza a ser urgente.
Las empresas operan cada vez con más frecuencia en entornos cambiantes, a un ritmo casi de vértigo, y la adaptación exige, para quienes desean sobrevivir, aceptar el cambio. Muchas empresas de base tecnológica ya están formando a sus plantillas en Atención Plena: Apple, Google, Nike, Procter & Gamble, eBay, Twitter, AstraZeneca, Heineken, AOL, General Mills y Huffington Post están aplicando programas de Mindfulness de manera amplia y con enorme éxito. Otras empresas españolas que están siguiendo este modelo son Cisco, Bimbo, Asisa, Iberdrola, Repsol, EMC2 e IBM.
Parece que biológicamente no estuviésemos preparados para el cambio, pero la neurociencia demuestra, con el concepto de plasticidad cerebral, que se puede aprender permanentemente y, “si entrenamos lo suficiente”, nuestro funcionamiento cerebral y nuestras estructuras cerebrales pueden cambiar para seguir siendo eficaces en los nuevos entornos y mercados.
La atención plena es una capacidad natural del ser humano de permanecer atentos a la experiencia del momento presente. Pero nuestro ritmo de vida nos tiene dando saltos al pasado y al futuro, reevaluando hechos que ya acontecieron o planeando hechos que aún no han sucedido.
Nuestro cuerpo permanece en el presente y sin embargo nuestra mente está de allá para acá, de forma dispersa demasiado tiempo. La práctica de la atención plena “aquí y ahora” implica un entrenamiento mental para estar focalizados, evitar la dispersión, concentrar toda nuestra energía y recursos en los objetivos que nos hemos marcado, utilizando el enorme potencial creativo que tenemos. Es una forma natural de manejar el estrés de forma efectiva, para convertirnos en personas de más alto rendimiento.
Por eso el interés es creciente, y seguirá aumentando en los próximos años, en la empresa. La práctica de la Atención Plena o Mindfulness en el mundo empresarial es una necesidad, casi estratégica, pues este entrenamiento permite mejorar en las personas de la organización, sea cual sea el nivel jerárquico que ocupen;
• la capacidad relacional y empática
• la capacidad creativa e intuitiva
• la flexibilidad mental, aceptándose mejor otros puntos de vista
• la salud, al reducir el estrés y la ansiedad
• la productividad al reducir los días de baja, al disminuir la siniestralidad laboral y al elevar los niveles de satisfacción en el puesto y en el rendimiento.
Hoy la revista Forbes, la revista de negocios más influyente del mundo, publica un artículo en el que da unas cuantas pistas de la relación del estrés con la productividad y en cómo transformar lo uno en otro. El entrenamiento mental basado en la atención plena permite que esas recomendaciones sean aprendidas por experiencia y se conviertan en aprendizajes significativos. Ocho semanas de entrenamiento ya producen cambios en las estructuras neuronales de las personas participantes en esta formación. No basta con leer y entender algo, hay que llevarlo a la práctica e instalarlo en el hábito personal diario.
“No puedes cruzar el mar simplemente mirando el agua” RABINDRANATH TAHORE
Adela Montalvo Gil admg@adelamontalvo.es