Hace una década, todavía era suficiente con presentar un currículum atractivo para poder tener acceso a una oferta y tratar de adentrarte en mundo laboral. Hoy, sin embargo, no es suficiente. Comenzamos a estar en el mercado laboral incluso antes de estar en búsqueda activa de empleo. Nuestro rastro profesional en las redes es importante y da mucha información a las empresas que quieren contratar nuestros servicios, ya sea como empresarios o como trabajadores.
La base, sin embargo, sigue siendo la misma. Será necesario una etapa de autoconocimiento, donde se detecten los puntos fuertes que definan nuestra marca personal en el terreno profesional. Saber definir nuestra marca es un proceso clave, alrededor de esta construiremos nuestro proyecto profesional y será nuestro principal valor añadido a la hora de adentrarnos en el mercado laboral. En la diferenciación está la oportunidad.
Definirnos, construir marca, desarrollar una estrategia y conocer y entrenar las competencias que nos permitirán tener una buena puesta en escena, en el caso de acudir a una entrevista de trabajo, serán una hoja de ruta necesaria, que debemos recorrer y para la que es positivo buscar ayuda profesional.
Las habilidades comunicativas, el control del estrés y la adaptación a los cambios serán competencias profesionales clave si queremos tener éxito en el mundo laboral. Atrás quedaron los currículums planos que identificaban titulaciones y cursos, para dejar paso a un perfil profesional interactivo que describe, además de su formación, el valor añadido que puede aportar al equipo, informa de lo que le gusta hacer y qué cosas conoce y sobre todo comparte esa información con las diferentes comunidades de profesionales.
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